Y si en el ámbito internacional la cosa ha estado difícil de dilucidar, a nivel nacional ya ni te cuento, hasta el punto de que se me han quedado fuera algunos temas realmente buenos, pero supongo que es lo que ocurre en todas las listas.
Hoy, para empezar, en el número 10, todo un clásico, Iván Ferreiro. He de reconocer que, desde que Los Piratas pasaron a mejor vida, las pocas canciones de este señor que habían conseguido engancharme hasta ahora habían sido las escritas por su hermanísimo Amaro, pero algo ha cambiado con "Val Miñor-Madrid. Historia y cronología del mundo". Decía un amigo mío, mientras el mencionado CD servía para amenizar el mayor atasco en el que me he visto atrapada en toda mi vida, que ahora Iván escribía canciones alegres. Bien es cierto que el tono general del disco es mucho más positivo de lo que el gallego acostumbra a regalarnos, pero no creo que ésa sea la única razón por la que me estoy convirtiendo en fan de este clásico del indie español, que siempre me ha parecido un magnífico letrista, pero cuyas melodías nunca terminaban de traspasar mi corazón. La respuesta es bien sencilla. Iván sigue siendo el mismo, pero, tras dejarse tocar por ese Rey Midas llamado Ricky Falkner, sus canciones no suenan igual. Y si no me creen, escuchen la envolvente explosión instrumental de "El dormilón" y díganme si su sistema nervioso central no se activa desde que suena la primera nota.
"Ella es una diosa
y él es un cometa.
Ella duerme por las noches
y no recuerda lo que sueña.
Él sueña con dormir cuando ella duerme
y sueña con soñar lo que ella sueña".
No hay comentarios:
Publicar un comentario