Y si ayer hablaba de un gran trío, en el puesto número 8 nos encontramos con otro soberbio grupo nacional de sólo tres miembros, Dinero.
Tras varios años girando por infinidad de salas y festivales españoles para presentar su primer trabajo discográfico, en 2012 estrenaron su segundo álbum, "Año perro", que no ha hecho más que confirmar que estos vascos, más que un proyecto, son ya una auténtica realidad.
Al igual que en el caso de Havalina, sus canciones se basan en una guitarra más que contundente, una de las mejores baterías de este país y un bajo que enlaza perfectamente a las dos anteriores.
Adrenalina en estado puro, tal y como queda más que patente en este temazo titulado "Lo mismo".
Y en el puesto número 8, otro de mis descubrimientos más recientes, Jake Bugg. Este jovencísimo compositor inglés de peculiar voz se ha ganado a pulso un puesto de honor entre los mejores de 2012 gracias a esta maravilla titulada "Someone told me".
Someone told me a girl I liked,
Fell in love and all I did was cry,
Ohhhhhh,
Someone hold me, I’m done with this game,
Said I’m sorry, but i'm not to blame, What a shame
Y si en el plano internacional la cosa ha estado muy reñida, en el apartado nacional, ya ni te cuento, pues muchos de mis grupos imprescindibles han sacado disco este año. Uno de ellos, Havalina. Su último trabajo, "h", reúne las grandes señas de identidad de esta atípica banda de sólo tres miembros: potentes guitarras, impecable batería, un bajo que termina de llenar el espacio entre los dos anteriores y la voz de Manuel envolviendo esas letras de amor y sexo que tan bien sabe tejer Cabezalí, ahora ayudado por Ignacio Celma.
Un claro ejemplo de todo lo anterior es "Norte". La desubicación que provoca el amor enmarcada en contundentes rasgueos de bajo y guitarra al compás de una batería perfecta.
Lástima que tenga que conformarse con el puesto número 9; pero, como decía, este año la competencia ha sido muy dura.
Entre otras muchas grandes voces femeninas ha sido comparada con Adele y con Sade. Como sé que las comparaciones son odiosas no voy a entrar en la valoración de tan arriesgadas aseveraciones. De lo que no cabe ninguna duda es de que tiene una voz extraordinaria. No obstante, de su loado álbum de debut, "Devotion", sólo hay una canción que me parece realmente destacable, la híper radiada "Wildest moments", que merece de sobra este 9º puesto entre lo mejor del 2012. Gran letra, gran instrumentación y esa voz prodigiosa que tan bien resalta el dramatismo de este canto a un amor incomprendido.
Por si aún no lo habéis adivinado, hablo de Jessie Ware.
Y en el número 10 nacional nos encontramos a The New Raemon.
Vale, lo confieso, por muy fan que sea de The New Raemon, aún no he conseguido terminar de apreciar su último trabajo, "Tinieblas, por fin". Por un lado, demasiado ruido. Por otro, unas letras excesivamente alejadas de aquellos cantos al desamor que siempre borda. No es que lo social no me interese, sino que Ramón Rodríguez no consigue tocarme la fibra sensible en este terreno, mientras que en el otro, en el de las parejas rotas o abocadas al fracaso, con una sola palabra ya consigue que se me salten las lágrimas.
No obstante, mientras siga escribiendo letras como la de "La ofensa" creo que no todo está perdido.
Y, después de un gran paréntesis, vuelvo a este blog con mi tradicional lista de grandes éxitos de este año 2012, que tan catastrófico ha resultado en muchos aspectos; pero, afortunadamente, no en el musical.
Como siempre, distinguiré entra las canciones patrias y las realizadas allende nuestras fronteras.
Así, en el puesto número 10 del apartado internacional sitúo a Jens Lekman.
Se trata de uno de mis descubrimientos más recientes. En concreto, no oí hablar de él hasta hace una semana, por lo que aún no he podido terminar de formarme una opinión bien fundamentada acerca de su música, pero este "I want a pair of cowboy boots" me conquistó desde el primer acorde y el único motivo por el que no está más arriba en mi lista es porque, como iréis viendo, este año la competencia ha sido muy dura.
Una canción tan sencilla como sincera, que simplemente habla de una de esas múltiples historias de amor que nunca terminan de terminar y que no sabemos si debemos retomar o enterrar definitivamente bajo toneladas de cemento.
You were in my dream last night
Like every night since 2 years ago
I think my dream is tryin’ to tell me something
And I say “tell me something I don’t already know"
Por un momento, dudé. En los tiempos que corren, 40 € por un concierto de un grupo nacional me parecía excesivo. Pero se trataba de Vetusta y del fin de gira de "Mapas". No me lo podía perder. Así que ni los 40 € que valía la entrada ni las más de dos horas de colapso de la página de entradas.com me echaron para atrás. Lo intenté una y otra vez y, finalmente, lo conseguí o, mejor dicho, lo consiguió mi hermana: dos entradas en tercera fila para el pase del sábado a las 18:15 h (las entradas de pista para las 21:30 h parecía que ya no existían). Y qué si era la hora de la merienda. Tenía que estar allí y lo estaría.
Poco después me enteré de que no sería un concierto de fin de gira normal. Los de Tres Cantos tocarían acompañados por la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia. Los 40 € ya no me parecían tan excesivos. Iba a poder disfrutar de más de medio centenar de personas interpretando las canciones de Vetusta. Bien mirado, resultaba hasta barato, en concreto, menos de un euro por músico.
Y llegó el día. Sábado 27 de octubre. 18:15 h. Teatro Circo Price. Ya había estado allí antes. Concretamente, el 1 de mayo de 2009. En esa ocasión, no había sillas, ni violines, ni sección de viento, pero la emoción que me embargaba era la misma.
Primero, salieron Pucho y Guille con su guitarra acústica, solos, sin ningún tipo de acompañamiento, para interpretar "Pequeño desastre animal". Un silencio sepulcral se apoderó del Price. No se oía ni el vuelo de una mosca. La magia había comenzado con una vuelta a los orígenes más simples. Voz y guitarra. Nada más. Con eso bastaba para encandilar a un público que casi ni se atrevía a respirar, mucho menos a moverse.
A continuación aparecieron el resto de los miembros del grupo para continuar interpretando en formato acústico temas tan emblemáticos como "Los buenos", "Autocrítica" o "Al respirar".
Finalmente, "Mapas", la canción que da título a su último trabajo, cerró esta primera e íntima parte del concierto, dando paso a esa fusión magistral entre el pop-rock indie de Vetusta y la música clásica de la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia. El milagro ya se había producido con anterioridad, en el Conservatorio Narciso Yepes de Lorca. Había podido disfrutar de él cuando la banda colgó el concierto íntegro en internet. Aunque, obviamente, no era lo mismo que oírlo en directo, ya me había hecho una idea de lo que me esperaba. Aún así, mis expectativas fueron ampliamente superadas desde la primera canción, una soberbia y envolvente "Escudo humano", que sirvió de aperitivo a todo lo que vendría después.
"Rey sol", "Canción de vuelta", "Maldita dulzura", todas sonaban igual y, al mismo tiempo, completamente distintas. Una orgía musical reverberaba en las paredes y en el techo del Circo Price, envolviendo a los espectadores y multiplicando por mil la fuerza de las metáforas de esas canciones que, cuanto más escucho, más polisémicas y geniales me parecen.
"En el río", "Copenhague" (a la que Pucho casi no llega a tiempo, tras una carrera desde el backstage), "Un día en el mundo". Un repaso y reinterpretación de lo nuevo y de lo viejo, de la historia de Vetusta, de su pasado, su presente y su más inminente futuro.
"Boca en la tierra", "Sálvese quien pueda", "Saharabbey Road" (con chiste de Pucho respecto de la incapacidad de los cantantes para saber cuándo tienen que entrar, después de ciertas dificultades para comenzar la canción) condujeron a esa joya sin incluir en ninguno de sus dos LPs, esa magistral "Iglús sin primavera" que hacía tanto tiempo que no escuchaba en directo y que allí, envuelta por toda una orquesta sinfónica, sonó más mágica que nunca.
Como también fueron mágicas la cinematográfica "Baldosas amarillas" y la soberbia "Los días raros", que al ritmo de violines galopantes puso fin a esta segunda parte de un concierto que, para delicia de todos los presentes, ya se acercaba a las dos horas.
Tras una breve y necesaria pausa, un vídeo resumen de lo que había sido la gira de "Mapas" dio paso de nuevo a los chicos de Vetusta que, otra vez solos, pusieron fin a esta mágica tarde con cuatro de sus himnos de guerra: "Lo que te hace grande", "Valiente", "El hombre del saco" y "La cuadratura del círculo", canciones que nos pusieron a todos definitivamente en pie y que nos hicieron bailar igual que tres años antes en el mismo lugar y con los mismos protagonistas.
Y así acabó para mí esta maravillosa gira de "Mapas", que había comenzado en la Sala Bikini de Barcelona el 10 de mayo de 2011, para continuar dos días después en la Sala Razzmatazz, en el Arenal Sound 2011, en septiembre en Guadalajara, dos días de diciembre en La Riviera y, ya en 2012, en el BBK, en Alcalá de Henares y en el Sonorama (espero no dejarme nada en el tintero).
Y ahora que todo ha terminado y que sus seguidores no sabemos cuándo podremos volver a disfrutar de sus directos, sólo puedo decir que en todos y cada uno de sus conciertos mis altas expectativas se han visto ampliamente superadas y es que si hay un grupo en España cuyas canciones suenen mejor en directo que en el disco ése es éste. Así fue como me conquistaron allá por el año 2008 en aquella atestada Plaza del Trigo y así es como me han seguido cautivando desde entonces.
Háganme caso. Si quieren gastarse 40 € en un concierto, éste es un valor seguro.
En realidad se trata de mi concierto de la semana que viene, pero como se encuentra justo en el límite entre esta primera semana de julio que termina y la segunda semana de este veraniego mes voy a considerarlo como mi concierto de esta semana.
No sé por qué me fascina tanto esta mujer. Está su voz, por supuesto, plagada de perfectos e inimitables gorgoritos. También está su look, de ojos grandes enmarcados en pestañas largas moldeadas a brochazos de rímel, su cutis de porcelana transparente, su boca grande casi siempre coloreada de rojo y sus rizos castaños claro. Aunque, en realidad, son sus canciones las que me atraparon desde el primer día. A veces de melodías alegres con letras tristes, otras con melodías tristes y letras alegres, siempre envolventes y cautivadoras, tan sumamente sinceras y llenas de sentimientos, que es casi imposible que dejen indiferente a alguien.
Mañana toca en el Teatro Circo Price de Madrid y cuento las horas que me faltan para poder comprobar si en directo resulta tan sumamente cautivadora como en CD. Hacedme caso, id a verla. No creo que nos defraude.
Y continuando con la racha de conciertazos que me pierdo, esta semana mi recomendación es indubitada: final de gira de Havalina en la Sala Ocho y Medio este sábado 9 de junio. Una auténtica pena que me pille en Barcelona. Y es que si hay algo que tengo claro es que Havalina, en directo, suenan mucho mejor y si encima estamos ante un final de gira no me cabe ninguna duda de que será un auténtico y extraordinario conciertazo. Si podéis ir, no os los perdáis. Seguro que no os arrepentiréis.
El Primavera Sound es una de mis grandes asignaturas pendientes. Cuando me enteré de su existencia tenía un cartelazo, pero yo no podía ir y los dos años que podía ir, no había casi ningún grupo que me interesara, por lo que pasé olímpicamente. Este año era distinto. Ya desde que se anunció el cartel inicial había varios nombres que llamaron poderosamente mi atención, pero estaba el precio del abono. Demasiado caro para mi gusto. Así que esperé hasta que se anunció la distribución por días y, entonces, se obró el milagro. Los tres grupos que me parecían imprescindibles actuaban el mismo día, el jueves 31 de mayo. La elección era clara y se convirtió en cristalina en cuanto vi un Hibiscus del día de Atrápalo. Y es que disfrutar de Beirut, Death Cab for Cutie y Franz Ferdinand bien vale los 65 € que me costó la entrada. Desgraciadamente, al final, no ha podido ser. Una mudanza de por medio y la imposibilidad de cogerme libre el viernes 1 de junio me han obligado a vender mi flamante entrada. Una pena. Una auténtica pena. Sobre todo porque ya he ido a un concierto de Death Cab y de Ferdinand y sé que en directo suenan mucho mejor. Afortunados quienes no se hayan perdido tan magno acontecimiento.
Aunque tengo un montón de crónicas de conciertos pendientes, la falta de tiempo me obliga a contentarme con mi recomendación concertil de la semana. Podría ser el concierto de Supersubmarina de mañana miércoles en la Sala But, presentando su recién estrenado "Santacruz" o el concierto de La Sonrisa de Julia y Ruidoblanco el jueves en la Sala Caracol, a los que sí que iré, pero me quedó con aquel que me pierdo, muy a mi pesar: Zahara tocando en Clamores este domingo 27 de mayo. Una auténtica pena no poder disfrutar en directo de su exquisito acústico, siempre sublime, siempre original, siempre sorprendente, siempre digno de ovación.
Y esta semana un mini festival, de ésos que duran sólo un día, el Jack Daniel's Music Day. Y de entre todos los grupos que llenarán de música el Madrid Arena, hay uno que me muero de ganas de volver a ver en directo, La Habitación Roja, que presentará su último trabajo, "Fue eléctrico". Lo que es seguro es que su concierto será eléctrico. Sólo espero que dure un poco más que su mini acústico de esta tarde en el Fnac de Callao, donde ya he podido disfrutar en directo de una canción como ésta:
Empiezan los festivales y ya desde el principio podemos disfrutar de un plato fuerte como el Talavera Spring Festival, este viernes 13 de abril en la citada localidad toledana, por sólo 20 €. El problema es que, personalmente, de los grupos de su cartel sólo soy súper fan de LOL, por lo que creo que no tiene mucho sentido pagar 20 € e irme hasta Talavera cuando todos sabemos que raro será el festival que no cuente con la presencia de los lesbianos. Aún así, después del adelanto de tres canciones de su próximo disco que hicieron ayer me quedo con la inquietud de perderme una gran oportunidad de escucharlas en directo por primera vez. Y es que si grabadas me han encandilado, en directo tienen que sonar mucho mejor.
Aunque ya hace más de un mes de este maravilloso concierto, hasta hoy no he tenido tiempo de sentarme a escribir una pequeña crónica del mismo y a rememorar una de esas noches inolvidables que esta ahora rubia ubetense nos regala con tanta frecuencia. Dios salve a la tierra de los olivos, que tan increíbles talentos musicales nos regala a cada instante.
No era el Búho Real. No era un concierto acústico. No estaba Alfonso. Y aún no había podido escuchar en directo casi ninguna de las canciones de "La pareja tóxica", pero la magia fue la de siempre. Galileo decidió despejar la pista de baile y reservar las mesas para el fondo de la sala, permitiéndonos bailar al ritmo de esta Zahara reinventada que, en el fondo, sigue siendo la misma de siempre, más auténtica aún si cabe.
Todo comenzó con una versión de la "América" de Nino Bravo, magistralmente enlazada con "Leñador y la mujer América", que arrancó la primera gran ovación de la noche y garantizó el apoyo incondicional de un público, más que entregado, rendido totalmente a los pies de esta inconmensurable cantautora.
Después, poco a poco, se fueron sucediendo el resto de temas del nuevo disco, aunque sin olvidar algunas canciones antiguas que parecía que no volveríamos a escuchar en directo, como la magnífica "En la habitación":
No obstante, el protagonismo de "La pareja tóxica" fue más que evidente, lo que nos permitió volver a emocionarnos con temas que ya llevaban tiempo sonando en los acústicos de los dos últimos años, como "El lugar donde viene a morir el amor":
Aunque supongo que una de las grandes estrellas de la noche fue "Del invierno", estrenado en el Búho Real el 25 y 26 de junio de 2011 y que, ya desde el principio, se ha convertido en uno de los grandes hits de Zahara.
También sonó esta "aflamencada" versión de "El caso de emergencia", clara prueba de esa vena folclórica consustancial a los orígenes geográficos de Zahara y que ella nunca se ha molestado en negar:
Tampoco faltó la melancólica "General Sherman y cómo Sam Bell volvió de la luna":
En claro contraste con la más alegre "Mariposas":
Asimismo, hubo tiempo para las versiones, con una sensual "You're the one that I want", que quitaba el hipo y te obligaba a bailar aun en contra de tu voluntad:
Y ya hacia el final del concierto, dos platos fuertes, como la tarantiniana "Camino a LA":
Y la delicadísima "Frágiles", en una versión más extendida que la del disco y directamente enlazada con la felizmente rescatada del olvido por Carlos Jean (algo bueno tenía que hacer este hombre) "Tú me llevas":
Sí, todo esto y mucho más, incluyendo una muy bailable y menos edulcorada versión de "Me lo merezco" y un "Chico fabuloso" a capela, sonó en Galileo el 2 de marzo de 2012, dejándonos a todos los presentes, o al menos a una servidora, con un excelente sabor de boca y la sensación de que aún nos queda Zahara para mucho rato. Ya no hay chucherías, ni pasteles, ni piruletas en forma de corazón y, sin embargo, la sonrisa al final del concierto sigue siendo idéntica. Y es que, a pesar de lo que digan, Zahara sigue siendo la misma.
Otra semana sin concierto y no por falta de ganas ni de ocasiones, sino porque estaré de despedida/mudanza y el resultado es que me pierdo a Niños Mutantes este viernes en la Joy Eslava, presentando su último trabajo, "Náufragos". Sí, me muero por oír esto en directo, pero tendré que esperar a alguno de los múltiples festivales que me aguardan a la vuelta de la esquina. Una pena.
PD: Apuesto a que los Lori son una de las colaboraciones sorpresa de este viernes. Y yo cargando y descargando cajas…
Y esta semana, dos conciertos; pero, aunque ver a The New Raemon, Francisco Nixon y Ricardo Vicente desgranando "El problema de los tres cuerpos en Heliogabal me hace muchísima ilusión, los Lori Meyers son los Lori Meyers y hace casi dos meses desde la apoteosis de la Joy, así que hay muchas ganas de verlos en el Let's Festival, muchas, muchas. ¿Sonará esto? Canciones refulgentes para días grises. El fin de semana promete.
Esta semana sí tengo concierto o, más bien, conciertazo y es que los chicos de Miss Caffeina han ido creciendo paso a paso hasta convertirse en una de esas bandas que, por mucho que hayas escuchado su disco, nunca dejan de sorprenderte con su potente directo. Este sábado nos deleitarán con sus canciones en la madrileña Joy Eslava y yo estaré ahí para verlo. Os aconsejo que vosotros hagáis lo mismo. Como podéis ver en este vídeo, en directo suenan mucho mejor:
Esta semana no iré a ningún concierto y no por falta de ellos, sino por otro tipo de circunstancias e impedimentos que no vienen al caso. Lo cierto es que es una gran semana musical. Está el concierto de hoy de Lidia Guevara en el Búho Real, el de The New Raemon del sábado en la Sala Salamandra de Hospitalet o el de Vetusta Morla en Londres; pero si hay uno que realmente lamento perderme es el de Havalina este sábado en la Sala Monasterio de Barcelona. En primer lugar, porque Havalina es carne de directo, por muy bien que suenen sus cds. En segundo lugar, porque el único concierto del que he disfrutado en la Sala Monasterio fue en acústico y me muero de ganas de poder juzgar su acústica con un buen enchufado. Y, en tercer lugar, porque es uno de los grupos que más me gustan y a los que menos he visto en directo, siempre por circunstancias ajenas a mi voluntad, como si el universo conspirara en contra de nuestro idilio musical. Así que, si estáis en Barcelona pasado mañana y aún no tenéis plan, no lo dudéis, id a ver a Manuel Cabezalí y sus dos secuaces. No os defraudarán. Aunque parezca imposible, en directo suenan mucho mejor.
Como creo que están agotadas las entradas, tampoco tenía mucho sentido anunciarlo con excesiva antelación; pero tengo claro que, por muchos otros que pueda haber este día, el mejor concierto de la semana será el de Zahara esta noche en la Sala Galileo de Madrid. En primer lugar, porque su último trabajo, "La pareja tóxica", para mi gusto es el mejor disco que se publicó en todo el 2011, tal y como ya expliqué con detalle aquí. Pero es que, si cualquier artista que se precie de tal suena siempre mucho mejor en directo que en lata, en el caso de esta insigne ubetense la diferencia puede llegar a ser abismal y, teniendo en cuenta lo bien que suena su último disco, no quiero imaginar el orgasmo musical que puedo llegar a experimentar escuchándola. Y encima en mi querida Sala Galileo, donde he podido disfrutar de tantos grandes conciertos regados con una buena Mahou Negra. Cuento las horas...
La primera vez que escuché sus canciones me enamoré perdidamente de su voz, de sus letras y de sus melodías de cantautora. No me ocurre siempre. La mayoría de mis grandes amores han surgido a segundas, terceras e incluso cuartas escuchas. Pero cuando desde el principio me quedo prendada de una composición musical, ya nada ni nadie conseguirá que deje de adorarla.
"Mi desgracia más rubia", "Suerte", "Chavales de barrio", "Feliz en tu día"...todas ellas me cautivaron desde el primer momento y multiplicaron por mil mis ganas de ver en directo a esta pequeña gran mujer. Desgraciadamente, no fueron muchas las oportunidades que tuve de hacerlo y hasta una lluviosa noche de jueves barcelonesa, allá por el 2010, no pude comprobar que en directo, si es posible, aún suena mejor.
Desgraciadamente, como ya adelanté hace unos días, tuve que esperar muchísimo tiempo para poder ir de nuevo a uno de sus conciertos. Fue el viernes pasado, 24 de febrero de 2012, en la Sala Contraclub. En medio, la publicación del EP "Abrázame y esconde el arma", cinco obras maestras que no me canso de escuchar una y otra vez, hasta la saciedad, y que, por primera vez, pude disfrutar en directo hace cuatro días en una sala que cada día me gusta más, pequeña y acogedora y con ofertas tan increíbles como entrada más copa a 7 €. Gran forma de sobrellevar la crisis.
Decir que salí nuevamente encantada se queda corto. Y es que Marta, acompañada de su inseparable Pablo Ager, volvió a demostrarme que Contraclub no tardará mucho en quedársele pequeño.
Hubo tiempo para todo.
Para presentar el nuevo EP.
Para versionar a Quique González.
Para colaborar con Mäbu cantando su preciosa "Buenos días".
Y luego la propia y resentida "Feliz en tu día".
Para seguir desgranando los nuevos temas.
En algunos casos arropada, además de por su incondicional Pablo, por Carlos Siles.
Para tocar temas inéditos, aunque ya conocidos gracias a youtube.
En definitiva, para morirme de ganas de que esta artistaza vuelva pronto a hacer las maletas y coger un AVE para tocar en Madrid o en Barcelona y poder disfrutar de su música honesta y sin pretensiones que te llega al centro del corazón cuando su autora dispara y esconde el arma.
Si tenéis la oportunidad de verla en directo no la desperdiciéis. No os decepcionará.
Mañana, la gran Marta Gabalda, más conocida como Vaivencida, tocará en la sala Contraclub de Madrid a las 22 h. Entrada: 7 € con copa. Una auténtica ganga. Y, después de verla en Barcelona en el 2010, puedo aseguraros que en directo suena mejor. Lástima que haya tenido que esperar tanto para poder volver a ir a uno de sus conciertos.
"Si tú no abres fuego, no seré capaz de perdonártelo. Para ser un desliz, te deslizas una y otra vez, para ser un desliz".
Hace ya tiempo que me rondaba la cabeza la idea de crear un blog musical. Por supuesto, quería inaugurarlo con algo especial y, por descontado, he tenido múltiples ocasiones para crearlo. No obstante he ido postergando el momento y, aunque puede que no tenga mucho sentido hablar de algo que ocurrió hace ya casi tres semanas, no se me ocurre mejor manera que estrenar estas líneas que rememorando lo que ocurrió en la Joy Eslava entre los días 1 y 4 de febrero de 2012, más concretamente, el día 2.
Los de Loja habían organizado 4 conciertos que, a priori, prometían ser inolvidables. 4 días seguidos en la sala madrileña Joy Eslava para tocar de principio a fin y por riguroso orden sus cuatro discos.
Por motivos completamente ajenos a mi voluntad (el trabajo y esas cosas que se hacen para comer tienen este tipo de daños colaterales), no pude asistir al primero de ellos, a pesar de tener el abono para esos fantásticos 4 días. Sí, me perdí "Viaje de estudios", "Tokio ya no nos quiere", "Mujer esponja", "De superhéroes", "Canadá", "Ham'a'cuckoo"... y ni quiero pensar en lo que pudo sonar en los bises; pero el segundo día del maratón Meyers, ahí estaba yo y, como diría Enrique Iglesias, fue casi una experiencia religiosa.
Que Lori Meyers tiene uno de los mejores directos de este país es algo tan notorio y palmario que no merece la pena insistir en ello, pero es que cuando yo los descubrí ya iban por "Cronólanea" y, por lo tanto, era en este disco en el que más se centraban en los conciertos. Obviamente, ya había disfrutado en otras ocasiones del directo de temazos como "Dilema", "El gallo ventrílocuo", "Sus nuevos zapatos", "La pequeña muerte"...pero había tantos otros que nunca había visto sobre un escenario... y, creedme, en directo suenan mucho mejor y si no juzgad por vosotros mismos.
Unas veces solos, otras con colaboraciones tan estelares como la de Iván Ferreiro, estos granadinos fueron desgranando poco a poco la edición roja de este "Hostal Pimodán" que albergaba a un montón de fans incondicionales del grupo con cara de éxtasis elevado al cubo.
Vestidos como antaño y con unas cuantas copas de más en las venas, nos transportaron hasta casi sus comienzos musicales y llenaron la Joy de canciones que, a pesar de no salir con demasiada frecuencia del cajón de los recuerdos, poco tienen de obsoletas u oxidadas.
Si nunca he podido quedarme con un solo tema, mucho menos fui capaz de hacerlo ese día y es que un momentazo era seguido por otro momentazo más grande aún, mientras la nostalgia se instalaba en los corazones de sus seguidores más antiguos.
También colaboró con los Lori el gran Guille Mostaza que, leyendo la letra de "Sus nuevos zapatos" en su antebrazo izquierdo, nos regaló uno de los momentos más hilarantes de la noche.
Todo ello para concluir con la canción favorita de Julio Ruiz, un perfecto primer final de fiesta, si no fuera porque, afortunadamente, aún quedaba más, mucho más.
Concretamente, el segundo CD de la edición roja del Hostal, que incluía la colaboración de Chino y Jaime de Supersubmarina.
Y, después, un par de rarezas que jamás creí que llegaría a escuchar en directo y por las que, sólo por ellas, ya habría pagado al menos la mitad del precio de mi abono (y eso que no era precisamente barato).
Y, para concluir, la gran sorpresa, el secreto a voces que las redes sociales se encargaron de difundir desde el primer día, un tema de cada uno de los otros CDs del grupo, lo que me brindó la fantástica oportunidad de escuchar en directo la siempre imprescindible "Mujer esponja" que me había perdido el día anterior.
A continuación sonó "Funcionará" de "Cronolánea" y una versión de "¿A-ha han vuelto?" a ritmo de bossa nova que te obligaba a mover las caderas en contra de tu voluntad.
En definitiva, un conciertazo de principio a fin y es que el Hostal y sus aledaños suena aún mejor en directo.
